domingo, 20 de septiembre de 2015

LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS Y EL "TECNO-ESTRÉS"


A estas alturas, nadie pone en cuestión la importancia que ha tenido (y tiene) la aplicación de las nuevas tecnologías en todos los ámbitos económicos y sociales.


Todos usamos, de una manera u otra, las TIC y los dispositivos asociados en nuestra actividad diaria, ya sea personal o profesional.  Los propios móviles han evolucionado de tal manera que ahora nadie se plantea no disponer de uno de ellos. De hecho, en el estado español hay más móviles que habitantes.


A ello hay que unir otros múltiples dispositivos como los Pc de sobremesa, los portátiles, las tablets, videoconsolas, Smart TV, que están presentes en la mayoría de hogares y en la actividad laboral.


Y la evolución constante de la tecnología nos propone nuevos aparatos como pueden ser los dispositivos wearables, como los smartwatchs, pulseras electrónicas o zapatillas deportivas con GPS. El tiempo nos dirá si estos dispositivos son adoptados en mayor o menor grado por los usuarios y hasta que medida pueden ser un producto sustitutivo de los anteriormente citados.


Pero toda esta red interconectada que se nos ofrece puede tener también efectos no deseados sobre nuestro modo de vida. Me refiero a que cada vez empieza a ser más difícil separar el ámbito laboral del particular y tenemos ya cierta dependencia sobre el uso de estos dispositivos.


¿Han visto lo que sucede en cualquier oficina cuando no estan disponibles los ordenadores porque ha habido una caída del sistema o algún otro problema?. Durante el tiempo que dure la incidencia la mayoría del personal no sabe qué hacer… no sabe que otras tareas puede ir desarrollando mientras se solucione el problemas.


Pero además, para muchos profesionales, el hecho de estar permanentemente conectado hace que la empresa o sus clientes puedan pensar también que está siempre disponible, sin horarios ni restricciones.
Un compañero de trabajo, siempre me comenta que uno de sus errores fue contestar el primer mail de su jefe en fin de semana. Desde entonces no deja de consultar el correo constantemente fuera del horario laboral.


Cada vez son más los profesionales que siguen en cierta manera conectados al trabajo durante sus vacaciones. Ya sea por autorresponsabilidad, por su dificultad para delegar o simplemente porque alguien espera que esté disponible.


Las TIC pueden ser una herramienta eficaz para poder descentralizar las tareas, trabajar desde cualquier sitio. Pero si no se tiene cierto autocontrol, puede ser que nos sintamos constantemente agobiados, en lo que podríamos llamar el “Tecno-estrés”.


Lo principal es precisamente eso: recordar que son herramientas, instrumentos a nuestro servicio y no al revés. Nos ofrecen un mundo de posibilidades técnicas increíbles y han de ser un instrumento que facilite nuestra actividad, no una “soga tecnológica”.


Seguramente ya los conocerán, pero les comento algunos consejos para prevenir, por ejemplo, la presión que ejerce el uso del mail en el trabajo:

  • Establecer un tiempo de consulta de los mails, con una pauta diaria que nos permita poder gestionarlos. Consultar constantemente el correo provoca falta de concentración en otras tareas.
  • Desconecte cualquier sonido que indique la recepción de un nuevo mensaje para que no se interponga en su atención a la tarea que esté desarrollando en ese momento.
  • Seleccione la gestión de los mails. No todos tienen igual importancia ni la misma urgencia.
  • No mantenga largas “conversaciones” por mail que se puedan solucionar con una llamada telefónica. A veces es más fácil expresar lo que se quiere conseguir con una breve conversación que con varios correos.
  • Si quiere que su tiempo fuera de la actividad laboral sea respetado, empiece por usted mismo, dejando claro en sus correos el “timing” y la importancia de su comunicación hacia los demás.